Vicent Sanchis

Accesibilidad, Ciencias de la Visión y WordPress

La accesibilidad no limita la creatividad, la mejora

Hoy toca abrir un melón, y no uno cualquiera, sino uno de los gordos: “La accesibilidad limita la creatividad”, o “una web accesible es fea” ¿Cuántas veces hemos escuchado este mantra? Es hora de afirmar que NO es cierto. La accesibilidad no limita nada; al contrario, es la falta de accesibilidad la que limita a las personas.

Las normas de accesibilidad no están ahí para molestar, ni para poner trabas a la creatividad, al diseño, a la interacción o a la programación. Las WCAG existen para asegurar que el resultado final del producto sea lo más inclusivo posible, de la misma forma que el código técnico vela por la seguridad de los edificios. Un producto digital verdaderamente accesible se diferencia de los de la competencia en todos los niveles:

  • Tiene mayor calidad.
  • Alcanza a una audiencia más amplia y diversa.
  • Ofrece mejor usabilidad.
  • Cumple con la legislación antidiscriminación.

Me gusta hacer una analogía con el idioma, por ejemplo, el español. Las WCAG serían el diccionario y la gramática de la RAE. Por su parte, los usuarios de la lengua (programadores, diseñadores, implementadores, etc.) introducen en su uso cotidiano neologismos, préstamos de otras lenguas, expresiones nuevas y nuevas fórmulas, como las que propone el lenguaje inclusivo, que “incumplen” las normas establecidas.

En esta analogía, los accesibilistas (o “accesibilizadores”, como le gusta decir a @eldospuntocero) haríamos el papel de filólogos: observadores del idioma, de su evolución y de su uso en todos los niveles y registros. Pero también somos formadores y revisores estrictos cuando el contexto exige la mayor neutralidad posible para asegurar que la lengua sea una herramienta de comunicación y no de exclusión. Sin embargo, en otros contextos podemos adoptar un rol más conciliador y flexible, en busca de nuevas soluciones que permitan una evolución y uso más flexibles del idioma.

Los accesibilistas no somos “enemigos” del diseño y la creatividad; al contrario, somos aliados. Es nuestra responsabilidad modular las ideas y propuestas en las fases de diseño y creación de contenidos para garantizar la inclusión. Esta relación multidisciplinar es beneficiosa para los demás profesionales, pues les formamos, impulsamos la innovación, fomentamos el pensamiento crítico sobre su trabajo y les estimulamos a desarrollar mejores ideas mediante la búsqueda de inclusión.

Eso sí, un producto digital puede ser accesible y atractivo sí, y solo si, el compromiso con la accesibilidad es genuino y se establece desde el inicio. Cuando se busca al accesibilista al final, solo habrá chapuzas que hacer.


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