Uno de los primeros temas que no se pueden obviar al hablar de visión es sobre la métrica más popular para caracterizar la visión, la Agudeza Visual (AV). La AV, formalmente, es el límite de resolución espacial del sistema visual, esto en otras palabras es la capacidad que tenemos para ver los detalles pequeños. Cuanto más pequeño sea el detalle que podemos ver, mayor AV tendremos y obviamente mejor visión también.
Aunque he dicho que es una capacidad del sistema visual se debe medir por separado para cada ojo. La AV monocular suele ser menor que la AV binocular, esto es porque el sistema visual usa la información de los dos ojos para mejorar la capacidad de detección de detalles pese a que de forma monocular no seamos capaces de verlos nítidamente.
Factores que limitan la AV
Existen varios factores que limitan la AV. El principal es la óptica del ojo, esto es fácil de entender, si la imagen no está enfocada en la retina los detalles se emborronan y por tanto disminuye la AV. Pero existen muchos otros como el diámetro de la pupila, nivel de iluminación, distribución de los fotorreceptores en la retina, etc. que si os interesan podremos ir revisando en futuras entradas.
Campbell y Green tienen un artículo muy completo e interesante titulado “Optical and retinal factors affecting visual resolution” que os dejo como referencia, atención, se trata de un artículo científico y por tanto es muy técnico y probablemente complejo de leer y entender.
¿Cómo medir la AV?
Existen varias formas de medirla. Todas tienen en común que se debe hacer con un estímulo bien iluminado (en nivel fotópico) y con contraste máximo (básicamente símbolos negros sobre fondo blanco). Según la tarea que tenga que hacer el observador estaremos midiendo diferentes mínimos.
Mínimo visible
Es la capacidad del sistema visual para detectar el objeto más pequeño posible en el campo visual. Por ejemplo podríamos mostrar un punto circular negro sobre un fondo blanco, el radio mínimo que permita al sujeto detectar el punto estará relacionado con la AV.
Mínimo separable
Es la capacidad del sistema visual para detectar como separados dos objetos que están muy próximos. En este caso aquello que detectamos es el espacio vacío entre dos objetos, la contraforma.
Mínimo reconocible
Es la capacidad del sistema visual para reconocer un detalle en un objeto y diferenciarlo de otros similares.
Esta tarea es la que se aproxima al reconocimiento de letras y puesto que la queja de los pacientes suele ser referente al tamaño de las letras que necesitan leer hacen que la forma más extendida de medir la AV sea a través del reconocimiento de letras de tamaño decrecientes. No obstante existen alternativas que aplican este principio sin implementarlo a través de reconocimineto de letras como por ejemplo la C de Landolt
C de Landolt
Este test consiste en reconocer la orientación de una forma similar a la letra C. El observador nos debe indicar hacia dónde se encuentra la apertura de la C. Un ejemplo lo tenemos en la figura 1.
La cosa va de ángulos
Hemos estado hablando de tamaños mínimos, pero tamaños sobre el test con el que estamos determinando la AV y hay un detalle que nos hemos saltado: la distancia a la que colocamos el test. Esto es relevante puesto que un objeto situado al doble de distancia nos parece que tiene la mitad de tamaño, entonces, ¿cómo podemos determinar la AV de forma independiente a la distancia de visionado? Sencillo, mediante el cálculo del ángulo que subtiende el test desde el ojo.
Si relacionamos la AV con el ángulo que subtiende el detalle más pequeño que podemos percibir tendremos una valoración de la capacidad visual mucho más flexible y potente. Esto, que es muy técnico, nos viene muy bien a la hora de comparar los resultados obtenidos con tests diferentes o incluso usar un test a distancias para los que no está calibrado.
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