Hoy es uno de septiembre de 2020. Aunque este año está siendo demasiado peculiar lo cierto es que el primer día de septiembre viene a ser el equivalente al primer día del año, es el día de hacerse nuevos propósitos que en su mayoría sabemos que no cumpliremos.
Pero para mí este día está siendo especial, tal vez es que ayer cumplí 36 años y me decidí que necesito un cambio en mi vida. Un cambio a nivel laboral, pero que será un cambio que debe tener un gran impacto en mi bienestar, porque si vuelvo a mi rutina anterior no estaré bien conmigo mismo.
Coincidencias que descubres vía newsletter
Casualmente, en la newsletter de SinOficina, Bosco nos recomienda un enlace que extrañamente coincide con parte de lo que siento: ¿Cómo te das cuenta de que debes cambiar de trabajo?
He de reconocer que he encontrado una coincidencia con la autora que me ha llamado poderosamente la atención. Ambos nacimos un 31 de agosto y ambos necesitamos cambios a nivel profesional.
Mi año 35
Si miro hacia atrás y analizo como he vivido este último año me doy cuenta de que ha sido un año en el que he hecho mucho esfuerzo con muchísima ilusión. Trabajaba en una clínica, trabajaba en la universidad e intentaba dar mis primeros pasos en accesibilidad web. Todo me apasionaba, hacía lo que más me gustaba, no parar de un lado a otro cambiando de tarea constantemente y disfrutaba en todos lados.
Pero, siempre hay un pero, cuando combinas varios trabajos te das cuenta de que llega un momento en el que empieza a molar que no llegue el lunes (o el día en el que trabajas en uno de tus trabajos), que el tiempo solo te pasa volando cuando te dedicas a una de las tres cosas que haces y que ya no disfrutas haciendo tantas cosas y lo que es peor aún, que el dinero que te aportan empieza a no compensarte. No es que me tratasen mal ni nada por el estilo, solo que ves que no todo es tan bonito como era, o como creías que iba a ser, y eso hace que lo que antes no te pesaba te empiece a pesar y sientas que el tiempo que dedicas estaría mejor invertido en otras cosas que te importan más.
Y nos encierran
La situación se agrava, como a todos, con el coronavirus. Nos encierran. En uno de los curros esa misma semana iba a firmar el contrato indefinido, pero no lo pude firmar por las restricciones y simplemente se extinguió y punto, ni ERTE ni ná (aunque sí con su indemnización por fin de contrato). En otro curro te tienes que adaptar a la situación y eso pasa por trabajar más horas cobrando lo mismo y teniendo que asumir tareas que no son las tuyas. Si ya lo sabía yo, nadie es imprescindible, pero por la empresa haz más de lo que te toca hacer. Y si antes de todo esto ya me estaba empezando a pesar ahora es cuando me empieza a aplastar.
Una de las cosas que he hecho para superar la presión de estar encerrado en un piso sin balcón ha sido trabajar y trabajar en aprender, dar charlas y crear herramientas para contribuir a la accesibilidad web. Llega un momento en el que todos los días son iguales pero como estás atareado y concentrado en cumplir con las obligaciones y con toda la gente a la que le has dicho que tal día harás un webinar en su evento te aíslas de la situación y solo paras para alimentarte, tomar un cafelito mientras socializas con gente de la comunidad WP, que a día de hoy estoy muy orgulloso de poder considerar que tenemos una amistad, y para ver algo en Netflix antes de irte a la cama.
Claro, ese ritmo al principio lo llevas bien pero poco a poco te va desgastando. Pero el esfuerzo merece la pena. En un trabajo no te han renovado, en el otro todos corremos como pollos sin cabeza sin saber bien qué hacer ni cómo y con instrucciones que se van modificando día a día, la gente te pide presupuestos porque necesitan una web pero ninguno llega a cuajar. En cambio, veo que participo en diferentes eventos, que me empiezo a posicionar como entendido en accesibilidad web y que cada día aprendo más y comparto mejor lo que sé y ya empiezan a buscarme para que hable de accesibilidad web.
Oye, que la gente te empieza a conocer
Y entonces, empiezan a aparecer las primeras oportunidades laborales como tal. Compartir lo que sabes sirve para demostrar que sabes y la gente se anima a confiar en ti porque sabes y te ofrecen colaborar en proyectos de verdad con su correspondiente contrapartida económica. Vaya, el esfuerzo está mereciendo la pena y aunque a nivel de organización y productividad tengo mucho que mejorar todo indica que podría ser una salida a nivel profesional.
La vuelta al cole y a la nueva normalidad
Pero llega la vuelta al cole y la supuesta nueva normalidad. Una nueva normalidad casi improvisada con más dudas que respuestas y con unos protocolos que varían según la hora del día. En la universidad vuelven a buscar asociados para un curso que afirman será presencial y online para el alumnado que deba aislarse temporalmente (con el exceso de carga laboral que esto implicará) y en la clínica me vuelven a llamar para que vaya a trabajar en unos horarios agotadores en días salteados.
Y yo me planteo, ¿qué hago?. Lo cómodo, a nivel económico, sería decir que sí a todo. Pero soy realista, los horarios de ambos trabajos son incompatibles entre sí y si lo fuesen no me quedaría tiempo para seguir con mi camino en la accesibilidad web y la comunidad WP. ¿Tiro todo el esfuerzo que he hecho durante el confinamiento por la borda?, ¿vuelvo a una situación en la que no disfrutaba y veía el trabajo como una carga?. Si tengo clara una cosa en esta vida es que prefiero arrepentirme de haber intentado las cosas en vez de no haberme arriesgado, como canta RuPaul: “And if I fly, or if I fall, least I can say I gave it all”.
And if I fly, or if I fall, least I can say I gave it all
Aceptaré un trabajo por cuestión económica pura y dura pero el resto del tiempo voy a trabajar en mi, en mi marca personal, en accesibilidad web. Si me tengo que desvivir por un trabajo que sea trabajando para mi. Sé que es a lo que me quiero dedicar y lo que más satisfacción personal me va a dar. Sé que es el cambio que necesito hacer.
Y este cambio empieza por mí. Tengo que creer en mi, dejar atrás el maldito síndrome del impostor. No soy quien más sabe de nada y tengo un doctorado cum laude y ni de eso soy el que más sabe. En comparación con el doctorado, de desarrollo web, WP y accesibilidad web mi nivel de formación es muy inferior. Pero, siempre hay un pero, no pasa absolutamente nada. Si una cosa se me da bien es aprender y buscarme las castañas para resolver dudas y conectar conceptos. Hasta ahora me violentaba la idea de ganar dinero con la accesibilidad web pero ya tengo claro que no es así, no puedo pensar así. No todos los desarrolladores lo saben absolutamente todo y hay una cosa de mis amistades en la comunidad WP que me gusta mucho, nadie dice que sabe mucho de un tema y veo que cuanto más humildes más saben.
Así que la decisión está tomada. Quiero trabajar para mi, en los proyectos que me gusten y eso implica cobrar por mi tiempo, no hay otra forma posible de trabajar y ayudar a conseguir que Internet sea accesible. Obviamente no voy a negarme a colaborar con eventos gratuitos como son las meetups o las WordCamps, coorganizo varios grupos de meetup, estoy en la organización del WordPress Accessibility Day donde disfruto aprendiendo todos los días cosas nuevas, pero me lo pensaré cuando detrás del evento haya un beneficio económico y no se pague a los ponentes.
Tengo muchas ideas, algunas están más implementadas que otras y en cualquier caso amigos de diferentes ámbitos me dicen lo mismo: Vicent, en un año has avanzado muchísimo y cada día más gente sabe quién eres y qué haces. ¿Pues habrá que aprovecharlo y seguir hacia adelante, no?.
Extra
Quería hacer esta reflexión en vídeo, pero ayer no estaba en condiciones. Esta mañana me encontraba mejor y lo he podido grabar. Disculpad la calidad 😉
En cuanto estén los subtítulos hago otro update con el reproductor más accesible
NOTA: en esta entrada no digo que voy a rechazar los trabajos, digo que no voy a aceptar unas condiciones que alteren seriamente que pueda seguir con mis labores de difusión de la accesibilidad. Quiero dedicarme a la accesibilidad web y para ello debo dejar de tratarlo como un hobby, difícil si dedico todo mi tiempo a trabajos que pueden ser inestables.
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