Vicent Sanchis

Accesibilidad, Ciencias de la Visión y WordPress

La retina: el sensor del sistema visual

Siguiendo el símil entre el ojo y una cámara de fotografía, podemos entender la retina como la zona de la cámara donde se forma la imagen a través de la parte óptica. En esta zona se coloca el sensor, si la cámara es digital, o la película fotográfica si te va lo retro.

A diferencia de una cámara el ojo tiene forma de esfera, así que el sensor se adapta a esa forma. Como vimos en la entrada anterior, la retina es la capa que recubre por dentro la parte posterior. Se encuentra entre el humor vítreo y la coroides.

El fondo de ojo

La retina es tan importante porque contiene las primeras células (neuronas) del sistema visual, los fotorreceptores que son las neuronas especializadas en capturar los fotones de la luz. Si buscas imágenes de retinas lo más probable es que te encuentres con retinografías como la de la figura 1. Es imposible conseguir fotografiar todo el fondo del ojo de una vez, así que lo más habitual es que solo se muestre la porción más central que es la más importante para la visión.

En una retinografía normal hay varias cosas que nos van a llamar la atención, probablemente lo primero que veamos sea el nervio óptico (también llamado disco óptico). Esta estructura es la puerta de entrada y de salida al interior del globo ocular. Entran y salen los vasos sanguíneos y salen los axones, fibras, de las neuronas que forman el nervio óptico. La otra estructura que llama la atención entre todo ese fondo anaranjado es una zona próxima al centro de la imagen, de color más oscuro, es la mácula. La mácula lútea es la zona de la retina con mayor “resolución” en la visión. Si te fijas, los vasos sanguíneos la bordean pero no pasan por encima para no interferir en la imagen.

Ejemplo de retinografía de la retina en la que se señalan la mácula y el nervio óptico
Figura 1 Retinografía, imagen en dominio público

Capas de la retina

La retina es una fina membrana de unos 0.3 mm de espesor formada por diez capas, la mayoría transparentes. Desde el interior del ojo hacia el interior del cráneo nos encontramos con:

  • Capa limitante interna (separa la retina del humor vítreo)
  • Capa de fibras del nervio óptico
  • Capa de células ganglionares
  • Capa plexiforme interna (hacen sinapsis las células ganglionares con otras de las células en la retina)
  • Capa granular interna (células bipolares, horizontales y amacrinas)
  • Capa plexiforme interna (hacen sinapsis los fotorreceptores con las células bipolares)
  • Capa granular externa (núcleos de los fotorreceptores)
  • Capa limitante externa
  • Capa de fotorreceptores (extremos de los fotorreceptores y los fotopigmentos)
  • Epitelio pigmentario (capa más externa que le da su color anaranjado)

Estas capas están representadas en la siguiente figura 2.

Figura 2 Capas de la retina, a partir de un trabajo de Юкатан en Wikimedia. Licencia CC BY-SA 3.0

Quiero que te fijes detenidamente en esta figura, hay un detalle que me sorprendió muchísimo en clase de anatomía ocular de primero de diplomatura: los fotorreceptores están orientados hacia la pared del globo ocular (esclera) en lugar de hacia el interior y hay 8 capas por encima de ellos., dan la espalda a la luz. Después ocurre otro hecho curioso, el impulso nervioso viaja hacia atrás, es decir, hacia el centro del ojo a través de todas las capas hasta llegar a la capa de fibras y se dirigen hacia el disco óptico por donde abandonan el ojo por el nervio óptico.

Esto es así porque detrás del epitelio pigmentario de la retina se encuentra la coroides que es la capa vascular y la retina, especialmente los fotorreceptores, tienen una actividad metabólica y por tanto, cuanto más cerca de la capa vascular mejor.

El centro de la retina

Pero, como hemos visto en la retina diferenciamos una región central, la mácula, de otra periférica y las diferencias no son exclusivamente en la pigmentación que tienen o la ausencia de vasos, también hay una disposición diferente de las capas.

La mácula es la zona más anaranjada que vemos en el centro del ojo, tiene un diámetro de poco más de 5 mm y la subdividimos en cuatro zonas:

  • Perifóvea
  • Parafóvea
  • Fóvea
  • Foveola

Un esquema de estas zonas aparece en la figura 3.

Figura 3 Dimensiones y zonas en las principales zonas de la retina central, a partir de un trabajo de Zyxwv99 en Wikimedia. Licencia CC BY 2.0

Estas zonas tienen sus propias particularidades a nivel histológico (las capas y las células que encontramos) de forma que en el centro de la retina, la foveola, no encontramos exactamente las mismas capas formando la retina. Y esas diferencias anatómicas generan diferencias a nivel de función visual.

La foveola es la zona con la mayor “resolución” de la retina, y para que eso sea posible necesitamos solucionar el problema que había indicado antes: quitar de delante de los fotorreceptores todo lo que se pueda.

¿Y cómo es esto posible? Pues de una forma relativamente sencilla, quitando todo lo que se puede de delante de los fotorreceptores. Si hacemos un corte vemos que la retina se adelgaza en la fóvea, con un perfil en forma de valle, y su mínimo espesor corresponde a la foveola. En la zona más delgada tenemos solo seis capas y los fotorreceptores muy comprimidos, así se consigue la mayor resolución posible. En la figura 4 tienes un ejemplo en el que se puede ver el perfil de esta zona. La imagen de la figura 4 se ha conseguido usando una técnica que se llama OCT (tomografía de coherencia óptica), es una técnica no invasiva que permite simular cortes a modo de ecografía de la retina en ojos reales. Hoy en día la OCT es una herramienta imprescindible en las clínicas de oftalmología.

Figura 4 OCT de la zona macular de la retina en la que se observa el característico perfil en forma de valle. Imagen de Wies60147 en Wikimedia. Licencia CC BY-SA 4.0

A nivel de visión ya hablaremos largo y tendido en otras entradas pero quédate con esta idea, la zona central de la retina es la que tiene la mejor visión, es con la que vemos los detalles y la visión del color. En la periferia no vemos color y no tenemos tanta “resolución”.

El nervio óptico

En realidad hablamos de la cabeza del nervio óptico o el disco óptico como aparece indicado en la figura 3. En esta zona es donde entran y salen al ojo los vasos sanguíneos y por donde salen las fibras del nervio óptico. Tiene un perfil y una serie de características anatómicas en ojos sanos que se deben mantener y permiten el diagnóstico y seguimiento de una enfermedad muy importante: el glaucoma.

Tiene una peculiaridad muy interesante, no hay fotorreceptores y por eso no hay visión. ¿Te habías dado cuenta de que en tu campo de visión hay una zona en la que no se ve nada? Ya sé que no te lo crees, y es por algo, porque el sistema visual es especialista en una cosa: inventar información que no tiene. Es decir, en esa zona no se ve nada, pero a su alrededor sí que hay visión y para no tener un puntito negro molestando lo que hace el cerebro es taparlo con lo que está viendo la retina que lo rodea.


Y hasta aquí esta breve introducción a la anatomía y estructuras de la retina. En la próxima entrada te hablaré del nervio óptico y todo su trayecto hasta llegar al córtex visual.


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