No voy a desvelarte nada que no se sepa ya sobre el Día Internacional de la Mujer, para eso tienes la fabulosa entrada de la Wikipedia en la que se explican los hechos. Fiel a la temática de esta newsletter te voy a hablar de algo que encuentro a faltar en el artículo de la Wikipedia y que es importante.
Para ello me remonto a 2011, el lema oficial del Día Internacional de la Mujer fue: “La igualdad de acceso a la educación, la formación y la ciencia y la tecnología: Camino hacia el trabajo decente para la mujer”. Ese mismo año la OMS publicó el primer informe a sobre la discapacidad en el mundo.
World Report on Disability
Puedes acceder al estudio desde este enlace: World Report on Disability. Este estudio tiene más de 350 páginas y más de 1000 referencias científicas, te hago un resumen de los datos que más llaman la atención.
Atención, estos datos tienen más de 10 años. Seguramente en algunas zonas se han producido avances y actualmente los valores serán mejores, pero es evidente que en otras serán exactamente igual o incluso peores.
Uno de los principales resultados de este estudio es demoledor: la mayor parte de las personas con discapacidad en el mundo son mujeres. Por tanto, existen muchas personas que pueden estar sufriendo una doble discriminación, por su género y por su diversidad funcional. En concreto el estudio afirma: “Women with disabilities experience the combined disadvantages associated with gender as well as disability”.
Demografía de la discapacidad
A nivel global se estima que el 12% de los hombres presenta algún tipo de discapacidad que les produce limitaciones funcionales significativas en su día a día, para las mujeres es el 19,2%.
Estas diferencias varían entre países desarrollados donde los porcentajes son 9,1% hombre frente al 14,4% de las mujeres y los países en desarrollo en las que los porcentajes de prevalencia de la discapacidad son 13,8% frente al 22,1%.
La edad también es un factor de riesgo para la prevalencia de discapacidad situándose en las mujeres 10 puntos porcentuales por encima de los hombres en todos los grupos de edad a partir de los 45 años.
Acceso a la sanidad
Para prevenir y minimizar algunos tipos de discapacidad es fundamental garantizar el derecho a recibir una atención sanitaria adecuada. En el acceso a la sanidad las mujeres con discapacidad se ven más limitadas en comparación a las personas sin discapacidades significativas. Los motivos son múltiples, algunos de ellos son:
- No poder afrontar el gasto asociado a la asistencia sanitaria
- Transporte y sus costes
- Equipamiento no accesible (por ejemplo, un mamógrafo que necesite que la mujer permanezca de pie para realizar la exploración)
- Profesionales no preparados para tratar adecuadamente con este tipo de pacientes (por ejemplo, en los EEUU los médicos de cabecera proponían con menor frecuencia métodos anticonceptivos y frente a las enfermedades de transmisión sexual a las mujeres con discapacidad)
- Pacientes que rehúsan acudir al servicio sanitario por malas experiencias previas
- Atención denegada
El acceso a la sanidad presenta tres principales retos a nivel de accesibilidad. El más obvio es la accesibilidad física, si no se puede acceder no se puede recibir la asistencia adecuada. La preparación del personal y la sensibilización también es un reto para que las pacientes puedan recibir la ayuda que necesitan con dignidad y confianza. Por último, la accesibilidad web y digital va a resultar clave tanto para concertar las citas, comunicación entre pacientes y sistema de salud, consultar el historial médico personal e incluso en algunos sistemas completar el proceso burocrático para conseguir el soporte económico para obtener la atención sanitaria.
En algunas zonas del planeta, cuestiones culturales y político-religiosas dificultan aún más el acceso adecuado a la sanidad. Si las mujeres solo pueden ser atendidas por otras mujeres y nunca por hombres y al mismo tiempo las mujeres no tienen posibilidad ni derecho a recibir educación o viajar al extranjero de forma autónoma, ¿cómo se va a conseguir profesionales adecuadamente capacitadas?
Acceso a la educación
El acceso a la educación también es un problema tanto para las mujeres como para las mujeres con discapacidad. A nivel global el 61,3% de los hombres completan la educación primaria frente al 52,9% de las mujeres, para las personas con discapacidad estos porcentajes son 50,6% de los hombres frente al 41,7% de las mujeres.
Las diferencias se minimizan en países desarrollados y se incrementan a medida que aumenta la edad de los grupos comparados.
Acceso al empleo
Sin acceso a sanidad y formación adecuadas es obvio que el acceso al trabajo también va a ser un tema de preocupación. Las ratios de empleo a nivel global son muy preocupantes, 64,9% de los hombres frente al 29,9% de las mujeres. Cuando introducimos la discapacidad los números dan más miedo: 52,8% de los hombres frente al 19,6% de las mujeres. Además, en las desigualdades salariales las mujeres con discapacidad son también las más afectadas.
La crianza y el cuidado de personas dependientes sigue siendo una tarea delegada principalmente a las mujeres, especialmente en países menos desarrollados y/o con políticas discriminatorias contra las mujeres.
Algunos datos actuales
Como ya te he indicado el informe se publicó en 2011, los datos en los que se basa son aún más antiguos, así que te doy algunos datos más actuales.
Demografía
En EEUU la prevalencia de la discapacidad en la última década ha ido aumentando desde el 12,7% al 13,2%. A la misma vez la brecha en la educación ha mejorado reduciéndose en 8 puntos porcentuales las personas con discapacidad sin estudios secundarios, también se incrementa en 6 puntos las personas con discapacidad y estudios superiores.
La brecha de empleo también se ha reducido en un 6% y la ratio de pobreza ha disminuido. Las políticas públicas de sanidad han permitido un aumento significativo de las personas con discapacidad con cobertura sanitaria.
Fuente: Annual report on people with disabilities in America
Violencia contra las mujeres con discapacidad
A nivel global la violencia contra la mujer es un problema de máxima importancia.
Meyer y colaboradores revisaron más de 174 estudios al respecto para concluir que hay evidencia de que la discapacidad es un factor que incrementa el riesgo de sufrir este tipo de violencia en diferentes grados. Algunas fuentes indican que la discapacidad multiplica por 4 el riesgo de sufrir violencia y/o agresiones.
Fuente: A scoping review of measurement of violence against women and disability
Como ves queda muchísimo trabajo por hacer para conseguir un mundo justo e inclusivo. La igualdad es el objetivo que se debe perseguir. El respeto por los derechos humanos es clave y fundamental. La convención sobre los derechos de las personas con discapacidad establece unos pilares básicos sobre los que los países firmantes deben establecer sus legislaciones. Estos derechos se ven reflejados en la carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea, especialmente en el artículo 21:
“1. Se prohíbe toda discriminación, y en particular la ejercida por razón de sexo, raza, color, orígenes étnicos o sociales, características genéticas, lengua, religión o convicciones, opiniones políticas o de cualquier otro tipo, pertenencia a una minoría nacional, patrimonio, nacimiento, discapacidad, edad u orientación sexual.”
Porque todas las personas somos iguales y merecemos un trato justo y digno, hoy más que nunca es necesario reivindicar esta igualdad y celebrar el Día Internacional de la Mujer todos los días.
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